miércoles, 16 de noviembre de 2011

Se ha hecho esperar demasiado

1997, Dario Fo. 1998, José Saramago. 1999, Günter Grass. 2000, Gao Xingjiang. 2001, V. S. Naipaul. 2002, Imre Kertés. 2003, J. M. Coetzee. 2004, Elfriede Jelinek. 2005, Harold Pinter . 2006, Orhan Pamuk. 2007, Doris Lessing. 2008, Jean – Marie Gustave Le Clézio. 2009, Hertha Müller. 2010, Mario Vargas Llosa. Una larga nómina de escritores en los que, salvo algún dramaturgo de pura cepa y dejando a un lado las excepcionales incursiones en otros géneros de autores como Saramago o Hertha Müller, lo que se estaba premiando básicamente era el arte de narrar y, en concreto, en la mayoría de las ocasiones, el oficio de novelista. Y, en 2011, después de quince años, al fin, los chicos de la Academia Sueca han decidido llevarme la contraria y han concedido el Premio Nobel a Tomas Tranströmer, un escritor que ha dedicado su vida a la poesía. Y digo esto porque, como sabéis los que me conocéis, siempre he aprovechado cualquier conversación sobre este galardón para soltar una de mis máximas: “El Nobel de Literatura parece haberse convertido en un RSS sobre narrativa”. Si la poesía, en sí misma, no goza de muchos lectores y, además, un premio tan importante como el Nobel que no necesita calcular un impacto comercial de sus decisiones, parece ignorarla durante tantos y tantos años, ¿qué futuro podemos esperar para este ámbito de la creación? Pero ése es otro debate y ahora toca manifestar la inmensa alegría que me embarga por el simple hecho del reconocimiento a la larga labor de un poeta. Alegría que se ve incrementada por algunos detalles que me hacen sentir una empatía imaginaria hacia el personaje, detalles relacionados con su vida personal. Estudió Psicología y la estuvo ejerciendo durante años en el ámbito penitenciario y eso de compartir la formación, aunque parezca una tontería, a uno le refuerza. Por otro lado, está esa extraña historia que ha trascendido desde que la noticia se hizo pública y, según la cual, Tranströmer sufrió un ictus en 1990 que le paralizó la mitad derecha del cuerpo y le produjo afasia, algo que no sería destacable si no hubiera escrito en 1974 los siguientes versos: “Entonces llega el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho / con afasia, solo comprende frases cortas, dice palabras / inadecuadas”. No voy a mentiros. Hasta que se anunció el premio, este poeta sueco era un perfecto desconocido para mí y lo que sé de él en la actualidad es lo mismo que puede saber cualquiera, es decir, lo que se publicó durante aquellos días en los periódicos. Afortunadamente, hay medios de comunicación que parecen tomarse medianamente en serio la labor de información y promoción cultural y fueron varios los periódicos que como El País, a través de su página web, tuvieron el detalle de obsequiar a los interesados con un archivo pdf en el que se puede leer una pequeña selección de poemas del autor sueco pertenecientes a la antología Deshielo a mediodía, que ha visto la luz este mismo año en la Editorial Nórdica. En los poemas que he podido leer (y que podéis consultar si seguís el enlace), se descubren claramente las características que se han mencionado como tópicos sobre la poesía de Tranströmer. La fuerza impositiva de la naturaleza, la presencia innegable de la música, son los motores de unos poemas que parecen optar, desde mi punto de vista, por una yuxtaposición de imágenes profundamente líricas más que por la narración de una secuencia que tenga cierta verosimilitud con la experiencia humana. Tendré que seguir investigando. Hasta el momento, si tengo que citar algunos de sus versos, me quedo con estos:


La mitad muda de la música está aquí, como el olor

a resina anda en torno a ramas heridas por el rayo.

En cada hombre, un verano subterráneo.

1 comentario:

Sr. Lenguado dijo...

Alguien tuvo la desvergüenza de dejar en esta entrada el siguiente comentario:

"PONS Idiomas dijo...

Hola, quizás os interese saber que tenemos una colección que incluye el relato 'To Room Nineteen' de Doris Lessing en versión original conjuntamente con el relato 'Recitatif' de Toni Morrison.

El formato de esta colección es innovador porque permite leer directamente la obra en inglés sin necesidad de usar el diccionario al integrarse un glosario en cada página.

Tenéis más info de este relato y de la colección Read&Listen en http://www.ponsidiomas.com/catalogo/toni-morrison---doris-lessing.html"

Mi respuesta es:
Pues no, no nos interesa. Lo cierto es que no nos interesa lo más mínimo y me parece muy triste andar buscando la más mínima oportunidad para colocar publicidad encubierta en cualquier sitio. Evidentemente, su patético comentario será borrado en tres, dos, uno...