Ha llegado el momento. El filón de la adolescencia y sus ficciones se agota. Y viene imponiéndose, a pesar de todo, la necesaria revisión de la familia, de las historias personales que tanto me han dado que pensar. Sin pretensiones adánicas ni de renovación. Tratando de ser humilde. Sabiéndome lejano de ser el primero o el último y con una clara intención de abstraerme del peso del presente. Supongo que esta irrelevante declaración de intenciones es lo más fácil. Lo difícil, como siempre, serán los poemas.
4 comentarios:
cuanta razón, amigo kike. yo estoy por pasarme definitivamente a la puesía visual, ahí es nada.
Cómo tu mismo dijiste una vez amigo Miguel, la poesía es muy desagradecida.
ay, panda de dos adultos
estoy por escribirte un romancillo arromanzado, mira tú, don kike, qué popular me pongo.
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