miércoles, 26 de abril de 2006

Me han cerrado el espacio de emeeseene. Soy un apestado, un yonqui de la comunicación, incapaz de apelar a convicciones personales y renunciar al mesenller. Y todas las posibilidades que se me ocurren me llevan de la mano hacia la teoría de la conspiración: persecución cultural, acusación de pornógrafo (lo de porno bien, pero lo de grafo no lo entiendo), problemas con mi dirección de correo electrónico (precisamente con la mía, yo que soy agitador cultural y aficionado al gin tonic), hackers neocons dispuestos a provocarme una distimia digital, etcétera. Pero bueno, la verdad es que paso de explicar en qué se sustentan mis hipótesis, más que nada porque ayer eliminaron al Villareal y porque estuve parte de la mañana en Hacienda. Creo que son dos motivos más que suficientes. Prometo regalaros con unos poemitas de G.A. Romero. Mientras tanto, me despido sin consejos ni moralejas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me censura el alma, se me censura... cada vez que te veo...

Nacho.

Anónimo dijo...

Nuevamente en la blogesfera, para que usted se relama de mis tontás.

Me llamo Nacho y apenas me importa.