tag:blogger.com,1999:blog-269402012024-03-08T00:40:25.203+01:00Recorridos sentimentalesEnrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.comBlogger249125tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-83509782950232208072023-10-08T21:14:00.003+02:002023-10-08T21:16:12.866+02:00Polifonía<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span> <span> </span></span>El pasado martes 3 de octubre se presentó en la Biblioteca de la Diputación Provincial de Huelva <a href="https://www.editorialonuba.es/" target="_blank">"Polifonía" de Ángel Poli (Editorial Onuba)</a>. El texto que sigue fue escrito para tal ocasión:</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-Nol3UEQ_aI2YLT8wo2DZ1bt6SOP5s-Paf4Vb91DOUpsmfy9aTTJ-CJq-4VA-a56ZJne43MXvrv91n7xXngtnKx6KQYT2Ns6JkjSHK1jd44yY74g2x7cBM3jLT85xntSpXcX3cLq7mDDfuVYWnjaVuBtdPmsg4ESA1BPzyRHAvaYZhyphenhyphenrEZV7u_A/s699/teaserbox_15737597.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="699" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-Nol3UEQ_aI2YLT8wo2DZ1bt6SOP5s-Paf4Vb91DOUpsmfy9aTTJ-CJq-4VA-a56ZJne43MXvrv91n7xXngtnKx6KQYT2Ns6JkjSHK1jd44yY74g2x7cBM3jLT85xntSpXcX3cLq7mDDfuVYWnjaVuBtdPmsg4ESA1BPzyRHAvaYZhyphenhyphenrEZV7u_A/s320/teaserbox_15737597.png" width="229" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia; font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span> </span>"Creo que es
mi obligación empezar dando las gracias a Ángel por pedirme que lo
acompañe esta tarde. No todos los días uno tiene la oportunidad de
poder decir unas palabras en la presentación del libro de un poeta
al que admira. Si a eso se le suma mi sincero aprecio por la persona,
se entenderá que me sienta como un privilegiado al leer estas
líneas. Pero centrémonos en lo importante: esta tarde venimos a
celebrar que hay editoriales que entienden la necesidad de reconocer
y poner en valor una obra que comenzó a gestarse hace más de
treinta años y que, por suerte, todavía no parece haber llegado a
su destino final. Mi intención es, simplemente, ofreceros unas
impresiones, un bosquejo que sirva, como mano tendida, para acceder
por cualquiera de sus puertas (por cualquiera de sus versos) al
edificio de esta “Polifonía”.</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> <span> <span> </span></span>La poesía
de Ángel Poli es una reivindicación de la forma. Se destaca con
razón de algunos poetas su dominio de los aspectos formales. No me
malinterpreten, no estoy diciendo que no pueda defenderse el verso
libre, que no exista, por sí mismo, un lenguaje poético con el que
armar poemas libres del influjo de la rima o la métrica. No soy tan
radical, ni tan ingenuo. Sin embargo, a veces parece defenderse de
forma implícita que solamente pudiera escribirse una poesía acorde
a nuestros tiempos recurriendo a esta vía rupturista y no es así.
La poesía de Ángel Poli nos demuestra que no es así. Aunque
algunos no adquieran admitirlo, la métrica y la rima en la poesía,
bien usadas, tienen el mismo efecto que la sal en las comidas:
potencian el sabor y hacen subir la tensión. Con una ventaja
adicional: la tensión en un texto poético es garantía de
vivacidad. Son muchos los textos que dan cuenta de esta realidad,
pero quisiera citar el segundo cuarteto del soneto “Un ocaso”,
cuatro versos que evocan la seducción de un paisaje: “<i>Cansado,
inerte el sol, sobre las flores / rendía con su sábana de estero /
-la luna se asomaba era un certero / vigía tras un ángel de
estertores-.</i>”
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> <span> <span> </span></span>Este rasgo
formal no debe inducirnos a creer que estamos ante una lectura
difícil. Es urgente desterrar esa idea enquistada. Evidentemente,
hay lecturas difíciles, pero esta dificultad se da en poesía, en
novela y en cualquier otro género en el que queramos pensar. Lo que
el lector medio llama dificultad en este caso es, en realidad, una
necesidad o condición. Me explico: no puede haber lectura de poesía
con un lector pasivo. El poema te obliga a intuir, a sentir, a
hacerte preguntas, a posicionarte. Y eso para el lector, más que un
problema, debería ser un halago. Además, en una muestra amplia,
como la que se presenta esta tarde, podemos asistir con asombro al
trajín intelectual del poeta, a sus iluminaciones, a sus hallazgos,
a sus bandazos, pero, sobre todo, a medida que avanzamos por sus
páginas, tenemos acceso a sus convicciones, a la constancia de sus
verdades y desvelos. Un buen ejemplo de esta constancia puede
identificarse en las dudas sobre la naturaleza de la belleza: ¿está
ligada al movimiento o a la quietud?. Ya en “El agua del estanque”
(publicado en el año 2000), Ángel Poli escribe: “<i>Algo
entonces nos lleva a pararla / y contemplarla quieta. // Pero ya es
triste su belleza en el Estanque.</i>”
Diecisiete años más tarde, se publica “La miel de las edades”
y, en el poema “Como una foto viva”, puede leerse: “<i>Quieta.
/ Así. / No hagas, / no digas, / no estalles / la eternidad que
logras.</i>”</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> <span> <span> </span></span>No pretendo
desentrañaros todas líneas de reflexión que he hallado en los
poemas recogidos en esta antología. Pero sí me gustaría resaltar
algunas, como esa lucidez con la que nos sugiere que cada muerte
individual fecunda y multiplica la nada: “<i>Y
seré con mi muerte / una ausencia, es decir, // vacío que insemine,
al fin, su nada.</i>” Y, frente a certeza de la
muerte, tenemos la pulsión de la poesía, que el poeta define como
“<i>el único Sinónimo del Tiempo</i>”.
No conviene olvidar, por otro lado, que la vida es también una
celebración y que amor y erotismo son la música que anima la
fiesta. Así, en “Moldes que vas labrando”, se afirma que en el
espacio abarcado al andar por las caderas: “<i>arde
un ámbito que encierra las arcadias.</i>”
Incluso, en el poema “Amor”, se atreve a tutear al propio
Arquímedes ofreciéndole su ansiado punto de apoyo. Todo ello nace
de un papel inicialmente en blanco, un papel en el que ya está
latente la obra, la idea, el discurso. Basta con encontrar la puerta
camuflada que los libere: “<i>Ese papel en
blanco es una puerta. / Del otro lado, / suenan los golpes con que
piden / llegar al mundo.</i>”</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> <span> </span>No quisiera
despedirme sin ofreceros una última cosa. Cuando leí “Polifonía”,
eché de menos un poema. Por razones de afinidad, de puro puro gusto
personal, me sorprendió no encontrar el poema “Motor”,
perteneciente al libro “Humor prescribe sin hache”. Con el
permiso de Ángel, me tomo la licencia de leerlo:</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Alzo mi
tedio y brindo</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">por todos
esos libros que aún quedan por leer;</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">la música</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">que aún
resta por oír;</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">salientes,
engranajes o peldaños</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">con los
que el mundo en contra legitima</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">(sujetarse,
acoplarse, trascenderse,</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">desglosar
el sabor del precipicio)</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><i><span style="font-family: georgia; font-size: large;">dar sin
freno otra vuelta a ver qué tal.</span></i></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> <span> </span><span> </span>Espero que
sean muchas las vueltas contra el mundo y que todas nos deparen
nuevos libros de Ángel Poli."</span></p>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-33100983902429763932023-08-15T23:51:00.007+02:002023-10-08T21:00:57.395+02:00Pasatiempo<p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> <b>Pasatiempo</b></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Cuando éramos niños</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">los viejos tenían como treinta</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">un charco era un océano
</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">la muerte lisa y llana</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">no existía</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">luego cuando muchachos</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">los viejos eran gente de cuarenta</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">un estanque era un océano</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">la muerte solamente</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">una palabra</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">ya cuando nos casamos</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">los ancianos estaban en los cincuenta</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">un lago era un océano</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">la muerte era la muerte de los otros</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">ahora veteranos</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">ya le dimos alcance a la verdad</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">el océano es por fin el océano</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">pero la muerte empieza a ser</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">la nuestra.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Mario Benedetti</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> Siempre me ha parecido
este poema especialmente brillante por su lucidez. Hay muchos textos
de innegable valor que se centran en la misma idea, en la creciente
amenaza de la muerte a medida que crecemos y que tenemos una mayor
conciencia de ella. Sin embargo, por alguna razón, cuando alguna
muerte me hace pensar demasiado, sea por su cercanía o por hallarme
tratando de eludir una ola de melancolía, vuelvo de forma
indefectible a este “Pasatiempo” como si su relectura pudiera
ofrecerme algún tipo de refugio.
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> Durante aquellos años
en los que era mucho más joven y un poco más ingenuo, me cansé de
repetir que un mundo sin Lola Flores, Jesús Gil o Freddie Mercury,
independientemente de mi simpatía o animadversión por ellos, era un
lugar más aburrido y mucho menos interesante para vivir. Aquella
ironía impostada, que no me libraba de la tristeza cuando me tocaba
enfrentarme a la muerte de mis abuelos u otros seres queridos, era
normal. En el fondo, era una forma de afrontarla sabiendo que a quien
le tocaba morir, atendiendo a esa tontería que llamamos “Ley de
Vida”, estaba muy lejos en edad de mí. Que cualquiera puede morir
en cualquier momento lo sabemos desde siempre, pero hay edades en las
que es fácil ignorar ese pensamiento.</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> Madurar y envejecer
consisten, entre otras muchas cosas, en comprobar que cada vez hay
una menor diferencia de edad entre aquellos van muriendo en nuestro
entorno y nosotros mismos. Cada vez es más difícil creer en el
cuento feliz de la “Ley de Vida” y cada muerte que nos golpea lo
hace con una intensidad que crece en progresión geométrica. Las
muertes de familiares, amigos e, incluso, de aquellos que no
conocemos ni tratamos pero a los que profesamos cierto afecto vienen
a confirmar, para nosotros, que el mundo, nuestro mundo, se va
desvaneciendo a pasos agigantados. Porque es así: si admitimos que
cada de ser humano es único y, por tanto, su experiencia del mundo
es única e irrepetible, entonces, forzosamente, tenemos que admitir
que hay tantos mundos como hombres y mujeres y que cada muerte es, en
cierto modo, una muerte del mundo.</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> Todos estos pensamientos
abarrotan mi cabeza desde que supe esta mañana que había muerto
Tente, el rostro de sonrisa imperturbable tras la barra del Bar Ibiza.
No voy a engañaros afirmando aquí que éramos medio colegas y que pasé
algunas noches inolvidables charlando con él. Nada más lejos de la
realidad. El Ibiza siempre me pareció un sitio con encanto, un bar
insustituible de la noche de Huelva, pero lo cierto es que yo allí
no encontraba mi sitio. Yo era más parroquiano de otros bares que
ahora no vienen al caso, pero alguna vez he estado en el Ibiza
(probablemente más noches de las que puedo recordar). Tente que,
como acertadamente escribe <a href="https://www.huelva24.com/huelva/muere-historico-tente-rey-noche-huelva-bar-20230815140341-nth.html" target="_blank">Mario Asensio en Huelva24</a>, nunca olvidaba
una cara, sabía perfectamente quién era yo y que no era uno de sus
clientes más fieles. A pesar de ello, jamás me negó un gesto de
simpatía, jamás me atendió con desidia o desgana por no ser un
fijo en su local. Y todo eso teniendo en cuenta que siempre he sido
de los pesaditos que preguntan la marca de cerveza del barril o que
piden bebidas excéntricas que están fuera del catálogo habitual
del bar de copas. Nada de eso parecía tener importancia, sus
respuestas siempre estaban marcadas por la amabilidad.</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />
</span></p>
<p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> Por eso, cuando esta
mañana supe de su fallecimiento me invadió una repentina tristeza y
pensé que sus familiares (a los que no conozco personalmente)
estarían destrozados y, egoístamente, sentí que este es otro de
los golpes que están destruyendo mi mundo de forma precipitada. Está
muy de moda decir de alguien que destaca pronto en alguna actividad
profesional que es “insultantemente joven”. Mientras escribo esto
se me ocurre que Tente, con el cariño que tantos le profesaban, con
sus 62 años, era insultantemente joven para morir y espero que
aquéllos que están sufriendo su pérdida con intensidad y dolor
puedan encontrar pronto un consuelo en su recuerdo. Si existe algo
después de esta vida, espero que sea como el mundo y que cada uno
tenga una experiencia distinta en función de su carácter y sus
afectos. Espero, Tente, que, si después de la última frontera hay
algo, hayas encontrado un paraíso a tu justa medida.</span></p>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-29083942341072128882023-07-01T21:34:00.004+02:002023-07-01T21:34:48.671+02:00La ciudad<p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="line-height: 150%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
una sociedad como la que sufrimos, <a href="https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/303800-ebook-la-ciudad-9788426407764" target="_blank">“La ciudad” de Lara Moreno (Editorial Lumen)</a>
es un libro necesario. En una sociedad en la que hay grupos de poder que pretenden
negar la evidencia, en la que hay mucho dinero al servicio de la construcción
de un discurso cultural que no tiene ningún fundamento fáctico, “La ciudad” es
mucho más que una novela, una magnífica novela que obliga a quienes la leen a volver
la mirada hacia la realidad y que desglosa algunas de las violencias que
atentan en nuestro día a día contra las mujeres. En la página 82, la autora nos
espeta: “<i>Siempre es ridícula la violencia
un segundo antes de que empiece a ser insoportable.</i>” Quien no sepa ver en
la cita un reflejo del tiempo que nos ha tocado vivir, no merece que se le den
más explicaciones. Sin embargo, en ningún momento deja de ser el texto un
preciso artefacto narrativo. La lectura de sus ágiles capítulos supone la
inmersión en las vidas de tres mujeres tan distintas como unidas por la invisibilidad
social de sus tragedias. “<i>La esclavitud
luce cadenas invisibles</i>” puede leerse en la página 282, pero es una idea que
viene tomando forma desde que arranca la novela en un apartamento de la
madrileña Plaza de la Cebada. Con un lenguaje que perfila lo abominable, con un
vocabulario que nombra el infierno interior, el abismo doméstico, las tres historias
se van cruzando y desarrollando sin mezclarse, dando así fe del aislamiento en
que se asfixian sus protagonistas. Por todo ello, pienso que deberíamos congratularnos
de la publicación de libros como “La ciudad”. Después de todo, esa es la más
clara muestra de que aún no lo han conseguido, aún no han logrado encalar la
sociedad, ni ocultar los relieves y las diferencias. Pienso, además, que es nuestra
obligación como lectores y lectoras no dejar que libros como este queden circunscritos
a determinados círculos de afinidad cultural o ideológica. “La ciudad” es una
novela con valor de respuesta, con fuerza de argumentario desde su capacidad
para generar empatía. Es cierto que, para entenderla hasta sus más profundas
implicaciones, para asumir la existencia de lo que nos plantea, se requiere
probablemente una predisposición, un marco previo de apertura y sentido común
que, por desgracia, es cada vez menos habitual. Pero, al mismo tiempo, es innegable
el poder de convicción de una buena historia, es decir, de una historia bien
contada y eso con Lara Moreno está garantizado. </span><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="line-height: 150%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6jrN0XtWwtP34uwQLF-VLpJX0yYqzqEqR9GcA4m_niy7sANGUe_MAKkD66hkxx3bm4PGCNGpby1TPIrBF2bikfq8e9PoGRKnsA-cqZ7xiSOZdsu_K7znTaw9INjt8hSzH_C29P7xi-llqD0YoRT9bWjpzpkBlIVdUwuZV8_0trXtNzIEC8bNtLw/s4000/1688239979807.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="2250" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6jrN0XtWwtP34uwQLF-VLpJX0yYqzqEqR9GcA4m_niy7sANGUe_MAKkD66hkxx3bm4PGCNGpby1TPIrBF2bikfq8e9PoGRKnsA-cqZ7xiSOZdsu_K7znTaw9INjt8hSzH_C29P7xi-llqD0YoRT9bWjpzpkBlIVdUwuZV8_0trXtNzIEC8bNtLw/w235-h400/1688239979807.jpg" width="235" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span><p></p><br /><p></p>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-9426453172280458132022-08-22T17:43:00.005+02:002023-04-21T19:09:34.185+02:00Juventud, honradez, punkrock y préstamos<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Tengo un concepto
demasiado alto de la lealtad y de la honradez en general. Cualquiera
que me conozca lo sabe, como también sabrá que, detrás de la
imagen de aburrido maestro de primaria que suele acompañarme, hay un
caprichoso amante de la música. Uno de mis vicios es el punk (sí,
lo sé, no me pega nada). Aclarado esto, no sé si lo recordaréis,
pero hubo una época en la que espérabamos con ansia la feria del
vinilo, el disco usado y de ocasión. Se celebraba una vez al año en
la Casa Colón y había que pagar una entrada. El precio incluía el
acceso al recinto y un vinilo de regalo que, en el mejor de los
casos, se quedaba a vivir en el primer contenedor de basura que
encontrabas de camino a casa. A la ínfima calidad musical del
obsequio, hay que sumar que no tuve reproductor de vinilo hasta
muchos años después y, por tanto, sólo me interesaban los CD. En
uno de aquellos domingos, me compré un directo de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=cCS96z5v-e4" target="_blank">Mother Love Bone</a>
que todavía conservo. También me compré una de esas joyitas para
amantes de géneros minoritarios: <i><a href="https://www.youtube.com/watch?v=OptW6bupQ5A" target="_blank">Crucificados pelo sistema</a></i>,
el primer álbum de Ratos de Porão (un legendario grupo de <i>hardcore</i>
brasileño). 16 canciones en 18 minutos y 46 segundos, puro punk. Por
desgracia, poco después lo perdí y, dígamoslo claramente, lo perdí
por tonto. Fue un sábado o un viernes cualquiera en el que hacíamos
lo de siempre, en palabras de Robe Iniesta: “<i>salir, beber</i>”.
Por alguna razón, yo llevaba el CD encima. Probablemente se lo había
dejado a un<b> </b>AMIGO (nótese
que se realza el vocablo de manera intencional) que me lo había
devuelto esa misma noche. Supongo que, más tarde, alguien me lo
pidió prestado. Este “alguien”, desde luego, NO era un amigo.
Pero la cogorza que me acompañaba tuvo un doble efecto: extensión
de la amistad y de la confianza hacia el sujeto en cuestión e
incapacidad para recordar quién era a partir de aquel preciso
instante. Como puede adivinarse, no volví a saber nada del disco.
Pregunté e indagué sin resultado. Sin embargo, sabía que el ladrón
era uno de aquellos conocidos que me saludaba cordialmente cada fin
de semana. Espero, sinceramente, que el CD estallara y estropeara el
lector de su équipo de música, cumpliéndose así una especie de
venganza poética muy al estilo “punkarra”. Pero soy realista.
Seguro que no fue así y lo más triste es que, muy probablemente,
quien se quedara con mi <i>Crucificados
pelo sistema </i>no
lo habrá valorado tanto como yo lo hacía.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="font-weight: normal;"> Disinta
y a la vez similar es la historia del “<a href="https://www.youtube.com/watch?v=R9ecR5b8yc4" target="_blank">Concierto homenaje a Freddie Mercury</a>”. Es bien conocida mi pasión por Queen. Me avegüenza
confesar que, en mis años de instituto, prácticamente, no escuchaba
otra cosa. El caso que nos ocupa ahora ocurrió, más o menos, en la
misma época que el anterior. Yo había empezado a salir por las
noches con una pandilla reducida formada a partir de mis primos,
algunos compañeros de clase y amigos de los veranos en La Antilla.
Poco a poco, el grupo se hizo más grande y, además, por temporadas,
nos uníamos a otras pandillas similares, a veces, por pura
proximidad y otras con motivo de jolgorios especiales (Fin de Año) o
conciertos. Unas navidades me regalaron el concierto en VHS (me
siento tan viejo al escribir esto) y se ve que debí mencionarlo
tomando una copa en alguna conversación de gran grupo. Un heavy con
el que no tenía ni la mejor ni la peor de las relaciones se mostró
muy interesado y estuvimos hablando, según recuerdo, de las
actuaciones de </span><span style="font-weight: normal;">Metallica, Guns N' Roses</span><span style="font-weight: normal;"> y Extreme.</span><span style="font-weight: normal;"> Si
no me falla la memoria, poco después, estando un fin de semana en
casa me llama este chaval por teléfono (aclarando que le había
pedido mi número a un amigo común) y me pide, por favor, que le
preste las cintas para verlas. Como os podéis imaginar, accedí y
eso supuso que les perdí la pista para siempre. Estoy seguro de que,
al menos un par de veces, le recordé que tenía algo que devolverme,
pero aquel asunto se fue diluyendo y la vida vino, por su parte, a
poner distancia. Estuve un tiempo considerable sin verlo. Lo más
gracioso de esta historia es que no se acaba aquí. Un día, de
repente, el amigo común me llama al teléfono móvil. Por aquel
entonces, yo vivía en Sevilla, era 2003, habían pasado más de
cinco años. Mi amigo me explica que este chaval tiene que hacer un
examen en Sevilla, que la hora del examen le hace imposible recurrir
al transporte público, que tampoco tiene a nadie que pueda llevarle
la misma mañana y que necesita pasar la noche, solamente la noche,
aunque sea en un sofá, para poder presentarse a la convocatoria. ¿Qué
pensáis que dije? Dije que sí, que le prestaba el sofá de mi salón
(no podía ofrecerle otra cosa ya que las camas estaban todas
ocupadas) después de consultar a mis compañeros de mi piso. Podría
haberle dicho a mi amigo algo así como: “Dile que me traiga las
cintas de vídeo que aún no me ha devuelto”. ¿Lo hice? No. ¿Por
qué? Ya he dicho que soy tonto y, por si fuera poco, sufro de una
enfermedad mental que podríamos definir como prudencia excesiva,
aunque mis amigos psicólogos preferirían hablar de un déficit de
habilidades asertivas. Estas mismas razones explican que, durante el
escaso tiempo que compartimos aquel día, en ningún momento saliera
a relucir que alguien se había adueñado de forma ilegítima de algo
que no le pertenecía. En cualquier caso, lo que no puede negarse es
que soy buena gente.</span></span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> En
la actualidad, sigo sin saber quién me robó el disco de Ratos de
Porão, aunque puedo escucharlo en Spotify cuando quiera. Después de
todo, cada vez uso menos los CD de mi colección para poner música.
En cuanto al “Concierto Homenaje a Freddie Mercury”, me lo regaló
Lola en DVD hace ya algunos años. Tuvo que pedirlo por Internet y,
curiosamente, llegaron en el mismo paquete de forma gratuita un par
de DVD del programa Documentos TV que trataban, como podéis
imaginar, sobre asuntos turbios y desgradables. ¿Casualidad?
Evidentemente, sí. En cuanto al hurtador y huésped de mi casa en
Ciudad Jardín, últimamente lo veo mucho. No hace falta decir que ni
nos saludamos. Él sabe perfectamente quién soy yo, por supuesto.
Pero ni siquiera parece agradecido por el detalle del alojamiento aquella noche de junio de 2003. Lo de las cintas de vídeo
seguramente ni lo recuerde.</span></p>
<p style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</p>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-11174481123810154682022-02-03T10:45:00.007+01:002022-02-03T13:13:36.892+01:00La maestría de Alice Munro<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Nunca dejará de sorprenderme la
capacidad de Alice Munro para insertar en sus cuentos fragmentos de
existencia en estado puro. Con toda naturalidad, sin necesidad de
realzar lo dulce o lo tenebroso. En su libro <i>¿Quién te crees
que eres?</i> (<a href="https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/30625-libro-quien-te-crees-que-eres-9788426405661">Editorial Lumen</a>), al comienzo de la narración de
una paliza, puede leerse: "Las ollas pueden demostrar malicia,
los dibujos del linóleo te pueden mirar con lascivia, la traición
es la otra cara de la rutina." Poco importa después el grado de
detalle con que se describan los golpes o los daños. Ya se nos ha
dado la clave. La violencia, la tensión, los estallidos emocionales, al nacer, son capaces de salpicar todo el
entorno. Pueden convertirse en un barniz tan sutil que acaba por
normalizarse.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiQIsxzj7W0aFc3b_qaI4IJ34dG9hA9QIQv3uDCt0jdboBUxIajHjIbW3wuX7zNY4wJBUvRx-0DSxQJGI_fe2pBzhmRnd0XI0vA1PF7PDkArCQnoJVfzTC4SLZpv1ynqUf_AymuxQZAsndO_usEcEOeaWWNqAyXp0emkNObeNEXR5pgZUthq9g=s2048" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiQIsxzj7W0aFc3b_qaI4IJ34dG9hA9QIQv3uDCt0jdboBUxIajHjIbW3wuX7zNY4wJBUvRx-0DSxQJGI_fe2pBzhmRnd0XI0vA1PF7PDkArCQnoJVfzTC4SLZpv1ynqUf_AymuxQZAsndO_usEcEOeaWWNqAyXp0emkNObeNEXR5pgZUthq9g=s320" width="240" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span><p></p><p><br /></p>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-26088964606187984312021-02-03T16:53:00.004+01:002021-02-03T16:56:14.091+01:00Las moras agraces<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2bs5cwCbyfK07Rcy_kpQ5aei9BbzE8v1Ck1wF6_9Km8_fpNeP9Aon3G4oqsVl3uyRzpAm_rYt_Z1diQi54MCMu2PGOBJPKrri_m-MCJm9IFPbXVFRVNdy3GGlWLCC4yUiQ08cXg/s2048/IMG_20210203_164833.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2bs5cwCbyfK07Rcy_kpQ5aei9BbzE8v1Ck1wF6_9Km8_fpNeP9Aon3G4oqsVl3uyRzpAm_rYt_Z1diQi54MCMu2PGOBJPKrri_m-MCJm9IFPbXVFRVNdy3GGlWLCC4yUiQ08cXg/s320/IMG_20210203_164833.jpg" width="320" /></a></span></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></span></p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><div style="text-align: justify;">No
siempre me alegro de superar los prejuicios que, como todos, tengo
hacia ciertos libros y poetas. A veces, la sensación de estar
perdiendo el tiempo ante una página que no me interesa lo más
mínimo y mi infantil resistencia a abandonar las lecturas una vez
empezadas me desesperan. Y acabo por maldecirme y por lamentar la
inconsistencia de mis convicciones. Por suerte, con “Las moras
agraces” <a href="http://labellavarsovia.blogspot.com/2020/01/las-moras-agraces-carmen-jodra-davo.html" target="_blank">(La Bella Varsovia, 2020)</a> la historia es otra, la del final feliz. Me decidí a
comprar el libro de Carmen Jodra con la necesidad de encontrar un
respuesta o, más exactamente, una explicación. Es fácil adivinar
que, después de haberlo leído y disfrutado, sigo sin encontrar lo
que andaba buscando. El poemario, desde mi punto de vista, sólo
puede calificarse como impecable. Más allá de la edad que Carmen
Jodra tenía cuando lo escribió (lo que supone un mérito que no voy
a negar), el libro tiene un valor por sí mismo. “Las moras
agraces” no merece ser un libro de culto por ser el debut de una
jovencísima poeta a la que aguardaba un trágico destino, sino por
su calidad y por su aportación a un panorama literario que no está
precisamente sobrado de este tipo de ejemplares. Es normal que en sus
poemas nos sorprenda una madurez intelectual que, por comparación,
es prematura y que nos rindamos ante la evidencia de encontrarnos
ante una voz propia, ante un bagaje intelectual incuestionable. El
recurso a las formas y moldes clásicos en lo formal es sólido y no
un dubitativo intento que se descose en una primera lectura. Por otro
lado, está el tratamiento de los temas. No voy a escribir ahora que
se trata de un libro innovador en cuanto a los temas. De hecho, a
estas alturas de la Historia, me parece casi una falta de ética
hacer una afirmación semejante. En cambio, sí me atrevo a defender
que los temas, siendo los habituales, parecen revitalizados y, al
leer sus poemas, se percibe esa frescura que ayuda a mantener el
optimismo, la confianza en el carácter inagotable de la palabra
escrita. A pesar de todo ello y como ya adelanté al principio, me
sigue quedando cierta inquietud. En concreto, me sorprende que, con
demasiada frecuencia, los defensores a ultranza de la obra de Carmen
Jodra son los mismos que, desde siempre, han desdeñado o, en el
mejor de los casos, han ignorado deliberadamente a otros poetas
generacionalmente cercanos y cuyas propuestas tienen muchos puntos en
común con la poesía de la madrileña. Para que quede claro, mi duda
es: ¿por qué lo que se alaba en Carmen Jodra se critica o
menosprecia en otros? No sé si aún no he hallado la respuesta o,
tal vez, la tengo delante de mis ojos y no quiero verla.</div></span><p></p>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-10197089123605179612021-01-09T19:25:00.002+01:002021-01-09T19:26:55.435+01:00La vuelta al día en ochenta mundos<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkeTfd2HqxLTwhsKa9SwVv-xJxuzY4dncHo52DG4A9SdHtcoF2B0pvx3aFsvAPtPSNTTRXnFmaH7l8daoRsZjDRfak5_aT2g-j8tx4DCyzcebje7_voUGDmPH_SQMqXQwsLhqovg/s2048/IMG_20210109_191659.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkeTfd2HqxLTwhsKa9SwVv-xJxuzY4dncHo52DG4A9SdHtcoF2B0pvx3aFsvAPtPSNTTRXnFmaH7l8daoRsZjDRfak5_aT2g-j8tx4DCyzcebje7_voUGDmPH_SQMqXQwsLhqovg/s320/IMG_20210109_191659.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Recién concluida la lectura de "La vuelta al día en ochenta mundos", un genial y heterodoxo collage perpetrado por Julio Cortázar con la ayuda de Julio Silva y donde la sombra un tercer Julio (evidente) se percibe de forma constante, quisiera compartir un fragmento de su úlitmo capítulo. El texto se defiende por sí mismo y mis comentarios sólo podrían servir para embarrarlo. Por tanto, me abstengo. Únicamente una advertencia o, más bien, una pincelada de contexto: el hilo discursivo es John Keats y, en general, la interrelación entre el carácter de un poeta (el modo en que afronta la realidad) y su obra. Se trata de un capítulo que, como sucede con muchos otros de los que componen esta <i>vuelta</i>, puede encontrarse también en otros libros del gran cronopio de Banfield.</span></p><p align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span><i>"La conducta
lógica del hombre tiende siempre a defender la persona del sujeto, a
parapetarse frente a la irrupción osmótica de la realidad, ser por
excelencia el antagonista del mundo, porque si al hombre lo obsesiona
conocer es siempre un poco por hostilidad, por temor a <b>confundirse</b>.
En cambio, ve usted, el poeta renuncia a defenderse. Renuncia a
conservar una identidad en el acto de conocer porque precisamente el
signo inconfundible, la marca en forma de trébol bajo la tetilla de
los cuentos de hadas, se la da tempranamente el sentirse a cada paso otro,
el salirse tan fácilmente de sí mismo para ingresar en las
entidades que lo absorben, enajenarse en el objeto que será cantado,
la materia física o moral cuya combustión lírica provocará el
poema. Sediento de ser, el poeta no cesa de tenderse hacia la
realidad buscando con el arpón infatigable del poema una realidad </i></span><i style="text-align: left;">cada vez mejor ahondada, más <b>real</b>. Su poder es instrumento
de posesión pero a la vez e inefablemente es deseo de
posesión; como
una red que pescara para sí misma, un anzuelo que fuera a la vez
ansia de pesca. Ser poeta es ansiar, pero sobre todo obtener, en la
exacta medida en que se ansía."</i></span></p>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-53292002973762234442021-01-01T21:59:00.002+01:002021-01-01T21:59:19.999+01:00Larsen<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmcbgC8bl5Ql8oQ5bwTWmhKuejwp_S0XYP4Vw-PlL0Qtd7WdH87u5senmAlj1biuk3fV0U_cJGYJ9R-Pxnze_YTm3y5nJNoUdKzED3ATt7t4Zp-Qm8BpvIs5uv0FR-2veF6N9o2g/s1440/astillero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1440" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmcbgC8bl5Ql8oQ5bwTWmhKuejwp_S0XYP4Vw-PlL0Qtd7WdH87u5senmAlj1biuk3fV0U_cJGYJ9R-Pxnze_YTm3y5nJNoUdKzED3ATt7t4Zp-Qm8BpvIs5uv0FR-2veF6N9o2g/s320/astillero.jpg" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Estoy
muy lejos de ser un experto en la obra de Juan Carlos Onetti. De
hecho, a estas alturas de la vida, no creo que llegue a ser nunca un
experto en ninguna cosa, pero esa es otra historia. Lo que yo quería
decir es que he leído solamente de sus dos novelas. Hace unos siete
años (si el blog no me engaña) leí “Dejemos hablar al viento”
y hace unos meses tuve el acierto de internarme en “El astillero”
y, superada la perplejidad inicial, pude disfrutar de ese sistema
infalible y perfectamente cerrado sobre sí mismo, cuyo peso
sostienen, principalmente, seis pilares: Larsen, Petrus, Angélica
Inés, Gálvez, Kunz y la innominada mujer que cohabita con Gálvez y
a cuyo parto asistimos descreídos. Mientras leía, iba descubriendo
con cierta sorpresa que mi identificación (o tal vez debería decir
mi capacidad de empatizar) con el protagonista del relato iba
creciendo de una forma extraña. Una vez concluida la lectura, acabé
por ver en Larsen a un personaje colectivo, una especie de arquetipo
la voluntad humana y de su eternamente renovada esperanza. Pues,
después de todo, ¿qué son las idas y venidas de Larsen por una
empresa obsoleta, por un almacén donde todo parece inútil y
desvencijado? ¿No es acaso su balanceo desde la convicción
monolítica a la ironía desengañada un reflejo de la vida de
cualquiera de nosotros, de nuestros ingenuos propósitos de Año
Nuevo, del dejaré de fumar, del iré al gimnasio tres veces por
semana, del leeré la “Divina Comedia”, del simple tiraré por
fin toda esa inconsistente masa de basura y cachivaches que se aloja
en el trastero? Vuelvo a pensar ahora en el pasaje subrayado en la
foto y adquiere un matiz que antes no había sabido ver: Larsen, ese
ser casi siempre despreciable, es capaz de mirarnos a la cara y
recordarnos que no somos tan distintos a él y, en ese sorpresivo
deslumbramiento que siempre suponer descubrir que todos tenemos
pequeñas miserias, que nuestros valores no siempre son tan fuertes
como querríamos y que nuestra seguridad y control sobre la realidad
tienen mucho de ilusión, quizá podamos encontrar algún sentido con
el que seguir repensando la existencia. Probablemente, Onetti no
estaría de acuerdo conmigo. Por suerte para él, nadie va a
obligarle a leer mi blog.</span></p>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-10470555935716139872020-01-06T21:41:00.000+01:002020-01-06T21:46:40.991+01:00La avaricia del tiempo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ5NIRREMAbiXBofAlpcq1cdHGBtA_p_fVHhUiFfFrPhw2Rcfte0JwKd9z8WVxb6TEgMXTNIHmdTl8Zn1hE56KI376MbcfMZN37Anz8zdMk6MlgYh6y-PevKHbPlFdcuFknOOOjA/s1600/IMG_20200106_213617.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1408" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ5NIRREMAbiXBofAlpcq1cdHGBtA_p_fVHhUiFfFrPhw2Rcfte0JwKd9z8WVxb6TEgMXTNIHmdTl8Zn1hE56KI376MbcfMZN37Anz8zdMk6MlgYh6y-PevKHbPlFdcuFknOOOjA/s320/IMG_20200106_213617.jpg" width="282" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Conocí la poesía de Ángel Poli a través de Vecinas en verano, una plaquette publicada con motivo de la edición de 2005 de la Velada de Poesía Erótica de Galaroza. Con el tiempo y gracias a mi afán por la rebusca en las casetas institucionales de la Feria del Libro, pude hacerme con un ejemplar del número 6 de Ora Poética, Con amor a destiempo, y posteriormente con el poemario El agua del estanque, publicado en la colección “Cuando llega Octubre”. Son muchos los títulos y no puedo ni pretendo hacer ahora una lista exhaustiva. Sí quiero, en cambio, dejar claro que siempre me gustó la poesía de Ángel, que siempre me pareció, al abordar sus libros, que me hallaba delante de algo perdurable, algo que merecía tener un eco aún mayor del que siempre ha gozado. Con La avaricia del tiempo, su más reciente poemario (publicado en la <a href="http://versatileseditorial.es/producto/la-avaricia-del-tiempo-angel-poli">Editorial Versátiles</a>), Ángel Poli nos concede a sus lectores un privilegio: un salvoconducto para asistir como testigos demorados a determinadas escenas y paisajes de su biografía.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Se abre el libro con “La luz”, poema introductorio que se remata con una declaración de intenciones sobre el fin de la propia existencia; “el texto que serás con tus cenizas” reza el último verso, dejando claro que la única posibilidad de permanencia del que escribe, si acaso esta es posible, se halla en sus textos. Inmediatamente después, se inaugura “Primavera”, la primera sección del libro, y el jardín irrecuperable de la infancia se hace omnipresente. Y no puede la infancia desplegarse sin hablar de la familia que es, para el niño, el límite y tamaño del universo. “Desde entonces me veo persuadido en las cosas” se afirma en el poema “Hermana”, pues parece entender el poeta que la percepción del entorno sólo puede ser completa cuando se realiza a través de los demás. Es la infancia un tiempo donde cualquier suceso es susceptible de erigirse como un hito, como ese “Terremoto” que: “Fue leve... / Pero dejó una grieta su piedad.” Los recuerdos de los años escolares dan pie a la manifestación de algún misterio: “Colegio de la fuente -infancia en medio- / divago en la nostalgia / de un patio, una cancela (y una fuente / que nunca puede hallar pero sonaba).” No falta entre estos textos la enorme capacidad de asombro, quizá el más valioso de los tesoros que perdemos a medida que nos vence el gigante de la edad, un asombro que, con frecuencia, se nutre de la observación de la vida de los animales y de la extraña capacidad de entendimiento con ellos que sólo unos pocos tienen: “la boca donde un pájaro bebía sin otros horizontes que su sed.” Y, así, entre alguna rabona, pesadillas, los primeros contactos con la muerte y esa imprevista lucidez del niño que no es consciente de hasta qué punto juzga con certeza (“cómo ignoré que vi ya por entonces / la vuelta hacia la vida en sus desechos), llega el fin tras un duelo común a todo hijo de vecino: “Mi infancia se enterró como una más”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En el cajón de la adolescencia, guarda Ángel Poli una memoria marcada por las visicitudes de la edad. Con un gusto exquisito por el octosílabo, ya en “Allende el tacto” se advierte de una personalísima función otorgada a los sentidos “los ojos para esas cosas / que nunca tendrán un nombre.” Empieza a despertarse el apetito carnal y encuentra motivos para su aparición en cualquier observación trivial: “y es que veo a tus senos que se mecen / en alegre señal de que respiras.” Los conceptos parecen categóricos, excluyentes, todo valor moral se diría inmutable “y no hay flechas si hieren la utopía.” Hay, sin embargo, espacios para la contemplación reflexiva, como el que describe el soneto “Un ocaso” (por el que siento debilidad), y experiencias amargas, cuya inmensa quemadura les hizo atravesar la frontera entre recuerdo y poema.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Se evocan en la sección “Verano” los lugares del éxtasis. No sé si me excedo al afirmar que se impone en estos poemas la sensualidad y, por momentos, el más puro erotismo parece confundirse con vida. “Tus piernas más que abiertas son los trazos / que nombran la extensión del infinito” se dice al comienzo de “Cae el árbol de la fruta”, haciendo del impulso sexual casi una cosmogonía. Algo tan cotidiano, tan normal, como “Las ganas de verte” son el motivo de uno de los textos: “Manadas de horizontes / condensaron allí / el olor que mejor abriese un eco”. Los versos de Ángel toman en ciertos pasajes un tono de celebración: “hoy todo en ti divulga / que vienes sin murallas ni arietes”. El cuerpo femenino es un agente, deja de ser un sujeto de observación para pasar a ser un protagonista activo. En esa línea, están “Trono genésico” (“Tus muslos entonando la canción / que sólo un trueno oye”) o “Beso que arranca o dona vida” (“Y el tacto de tu boca los consagra”).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La última parte del libro, “Otoño”, subraya otras preocupaciones que van desde un amor vivido en la madurez hasta una interpretación de la experiencia proyectada en la vida de los otros o en lugares del mundo que el poeta, lejos de reducir a mera postal, usa como herramienta para diseccionar la realidad. Muestra de lo primero, son poemas como “Cortaremos la cinta de Moebius” (“Hemos vivido juntos -ya por fin- / el tiempo que el destiempo me expropiara.”) o “Comienzo a verte” (“quiero hacerte partícipe del río / que hicimos al servirle al tiempo como orillas.)” Pasean por estas páginas el mono de los yonquis, Niño Miguel, las víctimas del derrumbe del cabezo de aquel fatídico 12 de septiembre de 1956, Marilyn Monroe o la horrenda y cruda realidad del asesinato: “Hoy han matado a un hombre. / Parémonos aquí, no acumulemos / -detrás de la noticia- otras verdades.” El mundo es, finalmente, un refugio, una oportunidad para explicarnos si tenemos educada la mirada y pienso que es en los últimos poemas de este libro donde Ángel Poli parece mostrarnos más claramente esa vocación por entenderse y darse a entender. Confiesa en “La carta extranjera”: “(Me pongo a hablarle al papel / como el que escucha respuesta). // Escribo -para entenderme- / la carta más extranjera.” Y revela al final de “Vencido de inminencia” lo que, de pronto, descubrió en mitad de un desierto o de una deserción: “cada indicio de luz no era más que la vida.”</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Con esto acabo. Espero que estas palabras sean un estímulo para la lectura y no un laberinto interpuesto ante la comprensión de La avaricia del tiempo, un libro que sigue alimentando una obra poética necesaria, una poesía que debe pervivir porque, en ella, se intuye: “el claro devenir de lo inmutable, / ese difícil / equilibrio entre muerte y alegría”.</span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-52532025214952755182019-02-20T19:27:00.001+01:002019-02-21T12:32:50.764+01:00El cuarto del siroco<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirvPV110wqRh1qVszQ9aaGMupPrfOacGjUFOqbFL0LCBbEeCsMRVAxEBFEom3GjUpVdVUl8nUE2t1af8zZi3Cs6RJODFYgslbhKzV6MVFCNMqadkX2roVj9bbCUK1T4QgC_466hQ/s1600/IMG_20190220_192049.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirvPV110wqRh1qVszQ9aaGMupPrfOacGjUFOqbFL0LCBbEeCsMRVAxEBFEom3GjUpVdVUl8nUE2t1af8zZi3Cs6RJODFYgslbhKzV6MVFCNMqadkX2roVj9bbCUK1T4QgC_466hQ/s320/IMG_20190220_192049.jpg" width="240" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> Pido disculpas por
anticipado por las molestias o incomodidades que pueda causar la
afirmación que me dispongo a hacer: al abordar la lectura de un
libro de poesía, se nota mucho (demasiado) si lo que nos han vendido
es una obra elaborada con un mínimo de seriedad, <a href="https://dle.rae.es/?id=XfNKpxv">entendiendo por serio lo que establece el diccionario de la RAE en la cuarta acepción</a>, es decir, aquello que es “real, verdadero y sincero,
sin engaño o burla, doblez o disimulo.” Cualquier lector de poesía
que se haya preocupado de ir educando su gusto gradualmente
percibe en seguida si lo que ha comprado es un producto nacido de la
voluntad de alguien que sabe lo que hace o es, más bien, otra cosa.
Supongo que a nadie extrañará este argumento o, tal vez, sería más
exacto escribir que lo espero. Supongo, también, que a nadie podrá
extrañar que identifique a Álvaro Valverde como uno de esos poetas
que saben lo que hacen y cuya poesía es, como mínimo, real y
verdadera.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> Su último libro, <i>El
cuarto del siroco</i>, es un claro ejemplo, una colección de poemas
de aparente sencillez con los que dibuja una mirada profunda, una
mirada capaz de detenerse ante las distintas vicisitudes
existenciales con la misma naturalidad con la que desentraña un
paisaje. El primero de los poemas, “A modo de poética”, es ya un
posicionamiento. En él, se declara la voluntad de construir un
discurso que se asemeje al agua “<i>que pasa y que no vuelve</i>”
y “<i>que revela cercano lo distante.</i>” En coherencia con
estos postulados, se va articulando un conjunto de textos en los que
el entorno es una clave explicativa o, al menos, en esa creencia
parece estar depositada parte de la esperanza del que escribe. En
este sentido, comienza “Solo de texto” con una especie de
advertencia: “<i>Contemplo en lo que veo / la sed de otra
distancia.</i>” Y “Casas de Azuaga” se abre confirmando el
valor de la vida (aunque podría cambiarse vida por escritura) como
un camino de <i>autoconocimiento</i>: “<i>La vida es una calle que
me lleva / esta tarde de octubre hacia mí mismo.</i>” Un
conocimiento que tiene un origen exterior, que parte de la
contemplación de un decorado urbano capaz de generar fragmentos
veraces o mentirosos de la propia biografía. No es extraño, por
tanto, que finalice el poema señalando que esas casas: “<i>Están
ahí, delante de tus ojos, / para darte noticia del que fuiste.</i>”
El lugar, la pura geografía, se convierte, así, en un asidero ante
la angustia. Algo que queda certificado en “Constatación”, donde
Valverde confiesa:
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tal vez por eso
escribo</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">acerca de lugares.</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Sitios donde la muerte</span></i></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><i>simplemente es más
lenta. </i>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> Como ya ha podido
adivinarse, la propia existencia es uno de los ejes fundamentales del
libro, la extrañeza ante lo cotidiano, ante la vida que el azar nos
ha otorgado. Es ésta la idea que fundamenta el texto “En otra
parte”, un texto que juega con la fantasía de ser otro o, más
bien, de haber sido el mismo en otro lugar “<i>si le hubiera
arrancado a su destino / una serie de pasos diferentes.</i>” Por
otro lado, en los versos del placentino, se siente la amenaza que la
losa del tiempo vocifera. El primero de los poemas que forman parte
de “Dos meditaciones” establece una especie de verdad inamovible,
tan evidente y directa que roza la brillantez al concentrarse en los
moldes del heptasílabo: “<i>Uno no se acostumbra / a estar siempre
muriendo.</i>” En medio de este registro de productos vivenciales,
aparece el amor de forma inevitable, un amor que es tratado de forma
lúcida (un buen ejemplo es “Canción de aniversario”) y que no
renuncia por ello a su carga emotiva (como puede comprobarse en el
conjunto de textos breves que componen la pieza “Cinco poemas de
amor”).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> El proceso de creación
poética es inseparable del pensamiento y es su serena luz la que
parece iluminar algunos de los poemas de Álvaro Valverde. Este
aspecto es perceptible, entre otros, en “Nogaledas”, “Viejo
cerezo” y “El mirlo”, en el que se otorga al ave del título
una potencia casi teleológica: “<i>su trino da sentido a la
mañana.</i>” En este contexto, me parece destacable la aparición
de temas que podríamos calificar como estrictamente intelectuales.
Me refiero a poemas como “Meditación en Bohemia”, una
sobresaliente apología de la lectura en la que se concluye que
algunos libros: “<i>Son razón suficiente para cierta esperanza</i>”.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> El pasado <a href="https://www.elcultural.com/revista/opinion/La-nueva-poesia-montaje-o-verdad/41455?fbclid=IwAR27JraAEyqR1ZkpIBR6taRfLMAt6Hf1HxJZUnMjDVI0kdsK0jVDe8blZEg">5 de octubre la sección DarDos de El Cultural</a> se dedicó a una de las tendencias
que azotan el panorama literario nacional. En ella, se publicaba una
columna de Álvaro Valverde que se cerraba con un rotundo: “<i>Pobre
poesía.</i>” Comparto y apoyo sin reticencias este diagnóstico.
Sin embargo, mientras sigan publicándose libros como <i>El cuarto
del siroco</i><span style="font-style: normal;">, no perderé la
esperanza de que aún sobrevive la cordura en el superpoblado (y, a
menudo, desconcertante) sector editorial de este país.</span></span></div>
<br />Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-26778465753780123872018-05-08T00:05:00.001+02:002018-05-08T00:07:47.444+02:00"La lluvia o la mañana" en la Feria del Libro de Sevilla<div style="text-align: justify;">
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Este domingo 13 de mayo estaré en la
<a href="http://ferialibrosevilla.com/">Feria del Libro de Sevilla</a>. A partir de las 18:00, me podréis
encontrar en la caseta de la <a href="http://libreria.laisladesiltola.es/">Librería La Isla de Siltolá</a> (número
37) dispuesto a firmar libros. A las 19:00, en la Sala Apeadero del
Ayuntamiento, presentaré "La lluvia o la mañana". Y, por
si fuera poco, contaré con la inestimable ayuda de <a href="http://diegovaya.blogspot.com.es/">Diego Vaya</a>.
Amigos y amigas en general, habitantes de Sevilla en particular, como
siempre os digo, me encantaría veros por allí. </span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #1d2129;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDACYal_prtiA-LZwyZiOCc42T28qyJKNt_47rXgUmOpTyXZGO4WZCbUI8PWsKfJRAozJ-PqmSh8mR778EwnySLrpikacn3tguAXIDYmdc7bVytGZiOxFtqRoYqJVduHNY9fk3uQ/s1600/13-Mayo+18h+ENRIQUE+ZUMALABE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="794" data-original-width="1123" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDACYal_prtiA-LZwyZiOCc42T28qyJKNt_47rXgUmOpTyXZGO4WZCbUI8PWsKfJRAozJ-PqmSh8mR778EwnySLrpikacn3tguAXIDYmdc7bVytGZiOxFtqRoYqJVduHNY9fk3uQ/s320/13-Mayo+18h+ENRIQUE+ZUMALABE.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBPU_h1_Vk1dgBI9mzDPxGP5nj-_7vPLEinHX6zMyan29L9pRqVqYxP3hrc5Q3rSgxIdNOlj9y8VF4NfaJd7xG1qFLKCjHR_gAMjpkgxybvVya-nwYpnMquiO3ewcoraUDvZajog/s1600/13-Mayo+19h+PRESENTACION+ENRIQUE+ZUMALABE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="794" data-original-width="1123" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBPU_h1_Vk1dgBI9mzDPxGP5nj-_7vPLEinHX6zMyan29L9pRqVqYxP3hrc5Q3rSgxIdNOlj9y8VF4NfaJd7xG1qFLKCjHR_gAMjpkgxybvVya-nwYpnMquiO3ewcoraUDvZajog/s320/13-Mayo+19h+PRESENTACION+ENRIQUE+ZUMALABE.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #1d2129;"><br /></span></span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-70290486708207902152018-05-01T13:41:00.002+02:002018-05-01T13:49:22.436+02:00Presentación en Huelva<span style="font-size: large;">El jueves 3 de mayo a las 19:30 estaré en la Biblioteca Provincial de Huelva presentando "La lluvia o la mañana", libro que he tenido la suerte de publicar con <a href="https://siltola.blogspot.com.es/2018/05/la-lluvia-o-la-manana-de-enrique.html">Ediciones de la Isla de Siltolá</a>. Se puede leer más información pinchando <a href="http://www.juntadeandalucia.es/cultura/caletras/opencms/es/datos_maestros/libros/lluvia.o.la.manana.la.html">AQUÍ</a>.</span><br />
<div>
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV0wTDLy4Fgw6GK4osfC2obHD39UWm9UxzwAxrSH0p6_P8AetjOxZvgnlJkr1dBoQuTshEaEfZiG-eFgTR9wlKokHmVBRhv_Ij9MxWisIRhohOmDxjlpa6PXmDrlH0qDsiNCUIQQ/s1600/2018.05.03.huelva.zumalabe.enrique.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1136" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV0wTDLy4Fgw6GK4osfC2obHD39UWm9UxzwAxrSH0p6_P8AetjOxZvgnlJkr1dBoQuTshEaEfZiG-eFgTR9wlKokHmVBRhv_Ij9MxWisIRhohOmDxjlpa6PXmDrlH0qDsiNCUIQQ/s320/2018.05.03.huelva.zumalabe.enrique.jpg" width="227" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-365636762789547142018-04-05T19:40:00.000+02:002018-04-05T19:43:43.409+02:00Apuntes para una presentación de "La distancia de una isla"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXOyDygxLk_KMjnpCO30annRo38-FEtMzPouuz3Mm1mWBZ8vv9TQwuaOWM-8XejmhAFK2vKJt47GVMDuWPLcp430tMbaYOGnu3DUNjBkaEGJr5ph_z5Bp95YMFv9JlMqKZgMSSYw/s1600/distancia+isla.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="682" data-original-width="492" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXOyDygxLk_KMjnpCO30annRo38-FEtMzPouuz3Mm1mWBZ8vv9TQwuaOWM-8XejmhAFK2vKJt47GVMDuWPLcp430tMbaYOGnu3DUNjBkaEGJr5ph_z5Bp95YMFv9JlMqKZgMSSYw/s320/distancia+isla.jpg" width="230" /></a></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 0.35cm; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Probablemente,
Freud sería la única voz autorizada para esbozar una explicación
satisfactoria sobre varios hechos innegables. A saber: la vida del
oficinista es un tema literario que no parece agotarse nunca, su
oficio es un marco perfecto para estimular la voluntad de
trascendecia, la oficina (ya sea fingida o impuesta) es un universo
desde el que se puede articular la creación. Son hechos innegables o
eso pienso después de haber disfrutado con la lectura de <i>La
distancia de una isla</i><span style="font-style: normal;">.
Y acuden a mi recuerdo ahora el oscuro funcionario que protagoniza
</span><i>Memorias del
subsuelo</i><span style="font-style: normal;">
y ese Bernardo Soares al que debemos el </span><i>Libro
del desasosiego</i><span style="font-style: normal;">.
Me atrevería a decir que no es necesario que el sujeto poético
trabaje en lo que entendemos como una oficina típica. Cuanto más se
parezca un trabajo a la rutina, al silencio, al aislamiento, a la
priorización de los papeles en detrimento del trato humano (y no sé
por qué pienso ahora en aquel Pereira soliviantado por el calor del
verano lisboeta), mayor poder de generación de un discurso lírico o
narrativo parece atesorar. Alguien debería formular un teorema de
estilo pitagórico que diera forma definitiva a lo que parece una ley
inamovible en la literatura de los últimos siglos. Muchos de ustedes
se preguntarán con razón cuál es el nexo de unión entre estas
elucubraciones y la poesía de Manuel González Mairena. Y no voy a
ser yo quién les descubra ese misterio porque lo hará el propio
autor. Estoy seguro. Después de todo, yo debería limitarme a
ofrecerles unas cuantas pistas sobre los poemas que tienen a su
disposición en este volumen gracias a Ediciones en Huida, aunque voy
a permitirme cierta labor interpretativa. No puedo evitarlo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="font-style: normal;">
La oficina es, ante todo, la repetición de un esquema. Cada día se
convierte en la superposición de secuencias idénticas que no pueden
diferenciarse unas de otras. El significado profundo del tiempo se
impregna de un matiz acumulativo. No es extraño, por tanto, que
cualquier elemento contextual sufra en estos versos la proyección de
esta vivencia. Así sucede con el transporte urbano que se califica
como "</span><i>un
crematorio de los días laborables</i><span style="font-style: normal;">".
El metro se reduce, simplemente, a un mero "</span><i>transporte
de mercancías</i><span style="font-style: normal;">".
El trabajo, además, no se traduce en frutos. Tanto es así que la
nómina se define como "</span><i>una
porción sútil de veneno.</i><span style="font-style: normal;">"
En el recinto de esa cárcel camuflada que parece ser la oficina,
todo tiende a una despersonalización sin límites "</span><i>donde
las gentes / reciben el nombre de sus cargas.</i><span style="font-style: normal;">"
Por otro lado, está el mar, ese símbolo totalizador en el que todo
cabe y que </span><i>La
distancia de una isla </i><span style="font-style: normal;">toma
como un paraíso. El mar se erige, por gracia de los dos poetas que
son responsables de este libro, en una suerte de antónimo de la
oficina. "</span><i>Una
vez los sueños fueron un barco</i><span style="font-style: normal;">"
se nos confiesa desde uno de los textos de la primera parte del libro
y también se confiesa el padecimiento de unas "</span><i>ansias
oceánicas</i><span style="font-style: normal;">".Y
aunque se admite que alguna vez hubo un horizonte alcanzable que "</span><i>fue
pura alegría de posibles</i><span style="font-style: normal;">",
en el "Testamento del oscuro oficinista" (el extenso poema
que cierra el libro) la voz protagonista no se arruga al admitir
realidades amargas: "</span><i><span style="font-weight: normal;">Hace
ya tiempo que cambié la resistencia por la melancolía.</span></i><span style="font-style: normal;">"
Se nota que ambos poetas son conscientes de que, a veces, no queremos
que nuestros sueños se cumplan, que nuestros más fervientes deseos
se materialicen. A veces, sólo queremos ser el oscuro oficinista que
"</span><i>miró el
mar desde el muelle por miedo a lo posible.</i><span style="font-style: normal;">"
Obviamente, no se agotan en esta pequeña muestra los temas que se
sugieren en </span><i>La
distancia de una isla</i><span style="font-style: normal;">,
pero creo que queda justificada la necesidad de leer este libro que
Manuel lanza hoy al mar de la esfera pública con la misma esperanza
que el naúfrago deposita en su botella.</span></span></div>
<br />
<br />Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-50251229744659683302017-10-19T22:04:00.005+02:002017-10-19T22:04:55.272+02:00Décimo Encuentro de Verdes Escritores y Escritoras<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">El lunes 23 de ocubre estaré en la sesión inaugural del décimo Encuentro de Verdes Escritores y Escritoras que se organiza, como cada año, gracias al incansable trabajo de José Manuel Alfaro. Será en el Bar Trastero (Huelva) y estaré acompañado, entre otros, por Daniel Salguero Díaz, Fernando Bazán y Worve. Puedo prometeros que habrá poesía, música y un tiempo para la reflexión sobre la necesidad y función de estos encuentros. Empezamos a las 21:00. Espero veros por allí. El evento publicado por la <a href="https://www.facebook.com/Tertulia-Cultural-Trastero-Dispar-Arte-726276887523436/">Tertulia Cultural Trastero Dispar Arte</a> en Facebook se puede consultar pinchando <a href="https://www.facebook.com/events/145283019548833/?acontext=%7B%22action_history%22%3A%22[%7B%5C%22surface%5C%22%3A%5C%22page%5C%22%2C%5C%22mechanism%5C%22%3A%5C%22page_upcoming_events_card%5C%22%2C%5C%22extra_data%5C%22%3A[]%7D]%22%2C%22has_source%22%3Atrue%7D">AQUÍ</a>.</span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbo4CI2nAwwUWW17wD76oXxXicb_CPsrykGlmQzUiJpI6EOFAmKBDvQeUGJ3sEOHTlDc3WdsdkwJ6MBULHUWf4dddRJuHIeh6-RhYAmB_i0D1CZ5zDeqrYrBRmHOLSPoiWu2gEWg/s1600/22405939_1471106926314306_5027505285819965541_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="678" data-original-width="960" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbo4CI2nAwwUWW17wD76oXxXicb_CPsrykGlmQzUiJpI6EOFAmKBDvQeUGJ3sEOHTlDc3WdsdkwJ6MBULHUWf4dddRJuHIeh6-RhYAmB_i0D1CZ5zDeqrYrBRmHOLSPoiWu2gEWg/s320/22405939_1471106926314306_5027505285819965541_n.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-50567646249725602332017-09-24T18:10:00.000+02:002017-09-24T18:10:25.221+02:00El elogio de la sombra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZQ-8qISTzHHewItoCC5HNpy8tpwhzIapsCa0CjmOPMmeV6REwU_RbhqPBt3kZy2BfQgFGaZDUsIaVddDOCP29BEuttH-HApiCT87ufSdC24paIIGXApiuaCXJlkJd2vVbms2xJA/s1600/elogio+de+la+sombra.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1104" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZQ-8qISTzHHewItoCC5HNpy8tpwhzIapsCa0CjmOPMmeV6REwU_RbhqPBt3kZy2BfQgFGaZDUsIaVddDOCP29BEuttH-HApiCT87ufSdC24paIIGXApiuaCXJlkJd2vVbms2xJA/s320/elogio+de+la+sombra.jpg" width="220" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">"Me gustaría ampliar el alero de ese edificio llamado "literatura", oscurecer sus paredes, hundir en la sombra lo que resulta demasiado visible y despojar su interior de cualquier adorno superfluo."</span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-6542130608661370722017-06-26T20:39:00.001+02:002017-06-26T20:50:34.085+02:00"El baile del diablo" de Javier Sánchez Menéndez<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXs-Fa3XEn5CaagPO2zEMdk-dLy7EVBEj_KwyXhW3UPjxDSWAhcOVdqpksnxhzcRcuXkW26khoQKPMjP1rK5nXFPHjzuUw7kB9o6QZQbRQXbbZuAJDsD2DZA49g3bzkr39T_t14g/s1600/El+baile+del+diablo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXs-Fa3XEn5CaagPO2zEMdk-dLy7EVBEj_KwyXhW3UPjxDSWAhcOVdqpksnxhzcRcuXkW26khoQKPMjP1rK5nXFPHjzuUw7kB9o6QZQbRQXbbZuAJDsD2DZA49g3bzkr39T_t14g/s320/El+baile+del+diablo.jpg" width="240" /></a></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Javier Sánchez Menéndez,
como tal, no necesita muchas presentaciones. Editor de la Isla de
Sitolá, poeta, ensayista, articulista, será difícil escribir una
historia de esta etapa de la literatura española que no incluya su
encomiable actividad en todas estas facetas. No es necesario que yo
descubra el valor de poemarios como <i>La muerte oculta</i> o <i>Una
aproximación al desconcierto</i>. Tampoco es una novedad afirmar que
sus libros que analizan las relaciones entre poesía y vida, como <i>El
libro de los indolentes</i>, <i>Confuso laberinto</i> o <i>Mediodía
en Kensington Park</i> (estos dos úlitmos pertenecientes a la serie
<i>Fábula</i>), empiezan a convertirse en lecturas imprescindibles
para todos aquellos lectores y lectoras de poesía que buscan un
discurso auténtico, una voz que destile una verdad propia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Sería bueno comenzar,
pues, esta reseña de <i><a href="http://www.editorialrenacimiento.com/calle-del-aire/1795-el-baile-del-diablo.html">El baile del diablo</a></i> con un
agradecimiento. Por un lado, es una suerte que siga habiendo
editoriales que cuiden con tanto mimo la mercancía que producen. Los
libros de Renacimiento como meros objetos son ya tesoros de los que
desgraciadamente no abundan. Además, la inclusión en su catálogo
de poetas de la profundidad de Javier Sánchez Menéndez nos ayudan a
sobrevivir en mitad de un tiempo de hastío al que algunos (no sin
cierta razón) ya han bautizado como burbuja editorial.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Cualquiera que haya leído
a Pessoa o a Fonollosa sabe que, como lector, carece de sentido
preguntarse si una obra, un poema, unos versos, son puramente
confesionales o, simplemente, están disfrazados con una tonalidad
confesional. Para empezar, porque eso que llamamos “yo” está muy
lejos de ser una sola entidad y convendría hablar de una
multiplicidad de “yoes” que se van sucediendo en el tiempo. Por
otro lado, toda poesía tiene un punto de estructura premeditada, de
construcción planificada. El lenguaje poético no es el lenguaje
corriente con el que despachamos los asuntos cotidianos. Saber
encontrar la justa medida de elaboración, de tramoya, de artificio,
es lo que diferencia al auténtico poeta del versificador de bodas,
bautizos y cumpleaños (dicho sea esto con todos mis respetos)
porque, como ya nos advirtió Paracelso, el veneno está en la dosis.
Y es, precisamente, aquí dónde radica el mérito de Javier Sánchez
Menéndez, capaz de hacer una poesía de apariencia sencilla y con la
medida justa de profundidad, de una coherencia absoluta, una poesía
que revisa los escenarios de la memoria, los avatares del presente y
las prefiguraciones del porvernir sin dramatismos, huyendo del
remordimiento con una voluntad de asumir la vida propia sin euforia
ni angustia o contrición.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">No sé si estaré en lo
cierto, pero pienso que el poema EL BAILE DEL DIABLO (texto con que
se abre el libro) se empeña en darme, al menos, parte de razón. En
él, una voz parece interpelarse a sí misma o, más bien, al sujeto
poético, acusádolo de impostor, aparecen palabras como cínico o
fantasma y, en su resolución, el poeta nos dice que “ocupamos el
lugar previsto” y, además, añade: “No ha sido nunca malo / el
hecho de estar solo”. Esta convicción enlaza con una de las ideas
centrales de toda su obra (según mi parecer): la necesidad del
silencio y la soledad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tras este primer texto,
comienza LAS CARTAS POR JUGAR, la primera parte del libro, que
introducen una cita de Parra y otra de Pound. Si atendemos en su
sentido estricto a los versos de Parra, podría parecer, al menos en
la superficie, que hay un intento por negar el pasado o, al menos, la
vida en la memoria. Algo que podría refutarse cuando se acomete la
lectura de algunos de los textos de esta primera parte. P.G.B.,
MISERIA HOMINIS y BORRADORES, entre otros, parecen estar desgranando
ciertos segmentos del recuerdo, aunque con la distancia necesaria,
asumiendo los hechos ya pasados y su inevitable inmutabilidad. Los
poemas de esta primera parte parecen buscar referencias en una
multitud de temáticas donde cabe el amor, la hipocresía, el
aborrecimiento de la vida social y ciertos toques de filosofía que
quizá solo perciba quien firma esta reseña (a este respecto me
parecen relevantes SATANÁS y WAS CLEAN). En BLACK JACK el poeta
termina asumiendo una evidencia, en el marco de un lance de naipes.
“No he podido plantarme” escribe sin que sus lectores sepamos si
fue por convicción o por falta de oportunidades. NANNY comienza
marcando el matiz subjetivísimo de la memoria: “Es posible que tú
ya no recuerdes”. LIFE LIE dibuja con acierto el punto exacto en el
que coinciden las trayectorias de lo trascendental y lo rutinario.
Una lectura atenta, por otra parte, puede encontrar sugeridas ciertas
dicotomías no evidentes y que, muy probablemente, estén tan solo en
la cabeza del lector. Así en DEAD SEA se podría entender que el
calor está enfrentado a la verdad y en RECIBO EN LENCERÍA el amor
parece contraponerse a la miseria. Para cerrar esta parte del libro,
POESÍA esboza una definición de la misma a la que no puede
objetarse nada: “telúrico vigor / que nada contradice.”</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">LAS OBRAS TERRENALES es
la segunda parte del libro y está compuesta por un conjunto de
poemas que parecen tener una mayor vocación interpretativa o
explicativa del mundo, de las vidas individuales y del destino
humano. El último verso de STAND BY (poema que abre esta sección)
es una clara advertencia del derrotero que irá tomando el libro: “La
puñetera sombra de la vida”. PÓLVORA nos recuerda que: “También
la luz / posee tinieblas”. VIDA termina con dos versos que tienen
cierto sabor al famoso soneto de Lope, pero teñidos de cierta
amargura: “Esto es vivir, lo noto / en su mentira.” En MISTERIO,
se apunta a una concepción de la muerte como dejar de ser palabra y
es esta identificación un evidente acierto lírico, ya que no puede
haber muerte que no implique dejar de ser palabra. Después de todo,
¿qué son la memoria y el pensamiento humano sino palabras? Por otro
lado, no se descartan en LAS OBRAS TERRENALES otros tonos. Por
ejemplo, ES TARDÍSIMO parece recurrir a la ironía para hacer una
defensa de lo contemplativo, para impulsarnos a huir del ritmo
artificialmente acelerado de los tiempos que corren. MUCHA MIERDA
termina con una clara voluntad de reafirmar la propia existencia o,
quizás, simplemente, de alargarla en la propia obra (“Este verso
dirá / que sigo vivo”). MONEDA parece destacar la imposiblidad de
resolver ciertas dialécticas. Incluso, hay lugar en esta sección
del libro para el recuerdo de ciertas gamberradas infantiles como las
que se aluden en ya citado PÓLVORA, en DOÑA CONCHA y en AVE MARÍA
PURÍSIMA.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En LA VERDAD DE LAS
COSAS, tercera de las partes de <i>El baile del diablo</i>, la muerte
va ganando una mayor presencia, se hace casi palpable. SEMILLAS DE
GRANDEZA inaugura este tramo final, recogiendo muchas de las líneas
que se han ido sugiriendo a lo largo de todo el libro. La muerte como
una realidad imparable, sigilosa, repentina se resume en un verso:
“Ya has dejado de ser.” Aparecen también en este texto temas que
vienen siendo habituales en otros libros de Sánchez Menéndez, como
el valor central de la humildad. “En la humildad habita la verdad”
se nos dice primero y, llegando al final del poema, se concluye:
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">“la grandeza del hombre</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">es la humildad. Saber</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">decir que no a la
nostalgia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Somos en la distancia
solo nubes.”</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En este mismo sentido,
regresa en EL DÍA DE MAÑANA aquella nube con forma de poema que ya
formaba parte del imaginario de <i>Confuso Laberinto</i>. En esta
ocasión, se identifica con la virtud en el cielo. Y aunque en
DESCARTE se afirma que la existencia “es capaz de engañar / y
mentir a las sombras”, no hay lugar para el engaño. A pesar de que
el poema LA MUERTE comienza sugiriendo que ésta “debe ser un
espejismo”, poco después se señala cómo la muerte ya se
aprehende durante la vida: “Hay un tiempo sin tiempo en esta vida,
/ la creación del oficio y de la muerte”. Dejar de vivir es un
proceso:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">“El camino hacia la
muerte</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">es ese instante, el
desvelo, la luz</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">sin anatemas.”</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La muerte es un camino
unidireccional e irremediable. Por eso, BALANCE cierra el libro con
un verso que se convierte en una revelación, una verdad que se
comprende y se acepta de forma inmediata: “También vivir precisa
de epitafios.”</span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-91020048716274976482017-06-15T18:14:00.001+02:002017-06-15T18:14:19.186+02:00Entrevista en La Arcadia Onubense<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Ya está disponible la entrevista que me hicieron Rafa Núñez y Alejandro V. Bellido para el programa <a href="http://laarcadiaonubense.blogspot.com.es/">La Arcadia Onubense </a>de <a href="http://www.uhu.es/uniradio/">Uniradio</a>. Fue una gratificante mañana de radio:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><a href="http://laarcadiaonubense.blogspot.com.es/2017/06/programa-62-enrique-zumalabe.html">http://laarcadiaonubense.blogspot.com.es/2017/06/programa-62-enrique-zumalabe.html</a></span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-44122027412753375932017-05-01T22:44:00.001+02:002017-05-01T22:44:25.357+02:00Muy pronto en Dispar Arte<div style="text-align: justify;">
Ya ha salido la programación de mayo y junio de la <a href="https://tertuliadispararte.blogspot.com.es/">Tertulia Dispar Arte</a>. El jueves 18 de mayo estaré por allí con mi libro "Además del llanto" y alguna que otra novedad. Espero encontraros por allí. Si quieres, puedes consultar o descargar la programación completa pinchando <a href="https://drive.google.com/file/d/0B7TpGjL-wE_lNlhvYy1mMGtaeFE/view">AQUÍ</a>.</div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-85414363286031850632017-04-17T22:26:00.001+02:002017-04-17T22:26:14.820+02:00Lectura<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">El viernes 21 de abril a las 19:30 estaré en <a href="https://www.google.es/maps/place/Bar+Mozarabes+(Mozarb+Platz)/@37.2600319,-6.9600551,17z/data=!4m12!1m6!3m5!1s0xd11d02967cd4c3b:0x8d4f6a28a0798a8c!2sBar+Mozarabes+(Mozarb+Platz)!8m2!3d37.2600277!4d-6.9578664!3m4!1s0xd11d02967cd4c3b:0x8d4f6a28a0798a8c!8m2!3d37.2600277!4d-6.9578664">Cafetería Mozárabes</a> leyendo algún que otro poema. Nos vemos allí si os place.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_0O9N0rB96WsSY-iHXNdrhugQrkZVjL_nFdvWgp8MbFx7WGJ5YTiwpqp2rgrcSEkLMsx5Q_YW9t7CHltIIdX9vi07-zrqMXv0AbybvFLGtvj1CBQUrj3eNiqRMoRrtM6Go2mfqQ/s1600/cartes+moz%25C3%25A1rabes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_0O9N0rB96WsSY-iHXNdrhugQrkZVjL_nFdvWgp8MbFx7WGJ5YTiwpqp2rgrcSEkLMsx5Q_YW9t7CHltIIdX9vi07-zrqMXv0AbybvFLGtvj1CBQUrj3eNiqRMoRrtM6Go2mfqQ/s320/cartes+moz%25C3%25A1rabes.jpg" width="228" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-89934873463083614632017-01-09T23:53:00.000+01:002017-01-09T23:53:03.373+01:00Seis poemas inéditos<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">He tenido la suerte de publicar seis poemas inéditos en la Revista de Cultura de La Isla de Siltolá y no puedo dejar de expresar mi más sincero agradecimiento a Javier Sánchez Menéndez por contar conmigo para este proyecto. Podéis leerlos si accedéis al siguiente enlace:</span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span>
<a href="https://revista.laisladesiltola.es/poesia/poemas-ineditos-de-enrique-zumalabe/"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">https://revista.laisladesiltola.es/poesia/poemas-ineditos-de-enrique-zumalabe/</span></a>Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-54481734734606235642016-12-20T19:13:00.001+01:002016-12-20T19:15:26.123+01:00Invitación<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El martes 27 de diciembre estaré con Miguel Mejía en la <a href="http://libreria.laisladesiltola.es/">Librería La Isla de Siltolá</a> (Sevilla) a partir de las 19:00. Ya que estamos en fechas muy señaladas, os regalaremos un poco de poesía. Y, evidentemente, nos gustaría contar con vuestra presencia.</span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzMpUy_hHEOV1pTxRKyXGSwBQ5TTxbWIHBwbSONVbJMICi-nMRcIX85DPINKcOKa3O8Kqei46zJmWjm8zuacgkVLpyTUGSELX9GlwCVvNKVw4_xnRED3ULy1RY6SiKvnZq6AQagA/s1600/lectura+sevila.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzMpUy_hHEOV1pTxRKyXGSwBQ5TTxbWIHBwbSONVbJMICi-nMRcIX85DPINKcOKa3O8Kqei46zJmWjm8zuacgkVLpyTUGSELX9GlwCVvNKVw4_xnRED3ULy1RY6SiKvnZq6AQagA/s320/lectura+sevila.jpg" width="320" /></a></div>
<br />Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-46067376062784325112016-11-15T21:13:00.000+01:002016-11-16T17:08:15.809+01:00El libro de los regresos<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjImIwOBgZPWCkaTsH_L0PIdjGGOUxASJeP6mSJauVS8URuiD4yjOtgrNYINg6ifmhGtpw6FVd_jrwuhh0hn5RGOF0uPa8hTq3Q54olAWRgyyJiLx6tGqajE8sGjxGgElU7q5FV4g/s1600/Libro+de+los+regresos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjImIwOBgZPWCkaTsH_L0PIdjGGOUxASJeP6mSJauVS8URuiD4yjOtgrNYINg6ifmhGtpw6FVd_jrwuhh0hn5RGOF0uPa8hTq3Q54olAWRgyyJiLx6tGqajE8sGjxGgElU7q5FV4g/s320/Libro+de+los+regresos.jpg" width="228" /></a></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Daniel Salguero es un
<i>crack</i>. Lo afirmo así, sin
rodeos. Y creo que, si fuera futbolista, no habría periodista
deportivo capaz de negarle esta condición. Se dice esto de un
futbolista cuando maneja las dos piernas, cuando es efectivo en el
remate de cabeza, cuando es capaz de aportar tanto en defensa como en
ataque, es decir, cuando su perfil no se limita a realizar una
función microscópica y limitada, fruto de una especialización
excesiva. El caso de Daniel es paradigmático, aunque la fortuna no
le haya acompañado siempre en su relación con este caprichoso
mundillo de lo literario, con las editoriales y con los premios. Su
valía como narrador está fuera de toda dudas y así lo atestiguan
libros como <i>La barca está varada</i>,
<i>Tersila</i> o <i>Sobre
la imperfección de los cuerpos celestes</i>.
En cuanto a la poesía, <i>Negación del paraíso</i>,
<i>Las horas perdidas</i>,
<i>Poemas a Aika Miura</i> o
<i>Apuntes para un atardecer en Barzaj</i>
hablan por sí mismos, defienden a su creador sin necesidad de una
labor crítica o hermenéutica. Incluso se ha atrevido con el teatro.
De hecho, <i>Los olvidados</i>
es uno de los libros de Dani de los que guardo un mejor recuerdo. A
cualquiera que lea esta entrada le resultará evidente que la mayoría
de estos títulos permanecen inéditos. No está mal recordar de vez
en cuando que, hace muy poco tiempo, vivíamos un momento muy
distinto al actual en lo que a actividad editorial y ritmo de
publicación se refiere.</span></div>
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> También
será evidente para cualquiera que lea esto que Dani es, para mí,
ante todo un amigo. Y que estos años de amistad dan para contar
algunas cosas. Fue por el año 2000 cuando nos conocimos en una
tertulia que se reunía en el bar Malacate. Aquella tertulia tuvo
constantes altibajos y cambios de sede. Solíamos afirmar en broma
(aunque en mi caso con cierto temor a que no fuera tan descabellada
la idea) que todo bar o cafetería que eligiéramos para reunirnos
acabaría quebrando a corto o medio plazo. Si nos dejamos guiar por
la conjetura, contribuimos al cierre de, al menos, el Malacate, el
Croxam (creo que se escribía así), el Ottawa, el Zorba y uno cuyo
nombre italiano no consigo recordar (seguramente se me quede en el
olvido algún que otro malogrado local). Por otro lado, tuve la
suerte de colaborar con Dani en la última etapa de la revista <i>La
Cinta de Moebius</i> y en el nacimiento y desarrollo del proyecto
<i>Psiqueactiva</i>. Después de estos antecedentes, a nadie le
extrañará que afirme que, cuando supe que Ediciones de la Isla de
Siltolá iba a publicar <i>El libro de los regresos</i>, sentí una
gran alegría.</span></div>
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
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<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><i> El libro de los
regresos</i> es un documento
fronterizo, un cuerpo que se mueve con una habilidad indescifrable
entre dos polos definidos con precisión: la derrota y la esperanza.
Porque nadie puede negar el carácter de derrota que caracteriza a la
existencia. Y, así, Dani Salguero nos muestra cómo la extrema
belleza de un libro, que nos hizo llorar, puede ser fulminada por el
tiempo. El poeta nos hace conscientes de las condiciones de nuestra
vida, una vida que se desarrolla en desiertos “que separan al
individuo de la persona”, una vida en la que la tristeza es
consecuencia de un proceso de aprendizaje y, por si fuera poco, está
“injertada en nuestros genes por los amos, los lobotomizadores
sonrientes de la ventana de los suicidas.” Todo parece estar
manchado por esa sensación de asfixia existencial: el reloj de la
tarde funciona con un mecanismo de cansancio, se puede sentir
nítidamente “la certeza de la pérdida de esas cosas que nunca
hemos tenido” y, por ello, “es necesario, más necesario que
nunca, huir hacia ninguna parte... Deshabitar la conciencia,
apaciguar el alma”.</span></div>
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br />
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> Y,
sin embargo, hay un atisbo de esperanza: la esperanza de
alguien que conozca el rumbo y nos guíe, el vértigo de saber que la
vida entera cabe en un solo instante. Porque el tiempo puede aún
conceder una tregua, porque se puede encontrar la voz capaz de
renombrar las cosas, porque (aunque solo sea de forma momentánea)
podemos experimentar la sensación de “que huye el tiempo y las
horas nos temen... Ahora que somos más que dioses y la doble
negación de un verso nos reafirma.” Es en
la otredad complementaria y específica del amor, en la presencia del
cuerpo amado, en la promesa de su desnundez, donde se puede hallar la
manera de “caminar limpio de miedos, dudas y tristeza.”
</span></div>
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Escribir
poemas no deja de ser una labor de construcción de un discurso, una
forma de conocimiento, un modo de interpretar la realidad. Por ello,
celebro los libros que me hacen consciente de ciertos hallazgos
semánticos o que reafirman aquellos que tengo como verdades
innegociables. <i>El libro de los regresos</i> es una buena muestra
de lo que quiero decir. En él, el rol del poeta que se propone de
forma implícita no es el de juez (un error frecuente en quienes
escriben desde la soberbia). El poeta no puede dejar de ser lo que,
en las Ciencias Sociales, se llama un observador participante: “<i>jamás
volverán, porque han muerto... están muertos y no lo saben, y no lo
sabemos...” </i>A medida que
leemos, descubrimos que regresar y volver son verbos mentirosos: “<i>El
horizonte sólo tiene un rostro y nos miente con su imposible canto
de regresos.”</i> Y, aunque fuera
remotamente posible, volver nunca es una garantía, no supone jamás
un verdadero regreso. Como apunta el poeta con lucidez, los lugares
del pasado, cuando no confundimos el camino de regreso, son la
constatación de lo que el tiempo nos arrebata: “<i>Están
ante las ruinas de todo cuanto perdieron y creen haber recuperado lo
que les ha arrebatado el tiempo.” </i>¿Y
la memoria? ¿Qué podemos decir de la memoria? Espero que me
disculpen la osadía, pero me atrevo a dar una respuesta: como todos
sabemos o deberíamos saber, nuestra memoria es una reconstrucción
que se actualiza y se modifica cada vez que narramos un recuerdo.</span></div>
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<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> No
se agota el dominio de esta obra en los simples comentarios que
suscribo. Compuesto por poemas en prosa, su lectura va descubriendo
imángenes, sugiriendo asociaciones, obligando al lector a desplegar
sus pensamientos y revisarlos. Cómo no sentirse impelido a repensar
el propio sistema axiológico cuando leemos que el olvido es la única
patria posible y verdadera, que la luz vacía es el verbo con el que
se expresan todas las cosas, que el amanecer nos hiere al
pronunciarnos, que el tiempo es siempre la enfermedad, nunca una
cura. Sí, no quiero que pase desapercibido: <i>El libro de
los regresos</i> está construido
con poemas en prosa y con un respeto absoluto a una tradición no
siempre valorada de la forma en que se merece. Daniel Salguero ha
sabido aprender las lecciones de maestros como Charles Baudelaire,
Julio Cortázar y Francisco Umbral. Supongo que habrá quién siga
atreviéndose a discutir la posibilidad de que puedan escribirse
poemas en prosa. Es muy libre de hacerlo. Pero antes le sugeriría
que hiciera una visita al Cementerio de Montparnasse y al Cementerio
de la Almudena, le recordaría que, de cuando en cuando, conviene
mostrar un mínimo de respeto.</span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-18128957308567548622016-11-01T13:09:00.000+01:002016-11-01T13:12:19.120+01:00Una nueva reseña sobre Además del llanto<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Miguel Arias ha tenido la amabilidad de dedicar unas palabras a <i>Además del llanto</i>. Se puede leer <a href="https://www.facebook.com/notes/miguel-arias/el-v%C3%A9rtigo-del-andamio-adem%C3%A1s-del-llanto-enrique-zumalabe/1787533048169591/?notif_t=tagged_with_story&notif_id=1477950188288754">AQUÍ.</a></span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-29751853011758960532016-10-25T23:00:00.002+02:002023-04-21T19:22:28.132+02:00Antología Alienígenas<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La Antología Alienígenas es ya una realidad. Podéis conseguirla a través de La taberna del Libro pinchando <a href="http://www.latabernadellibro.es/">AQUÍ</a>. De momento, os dejo una foto de la cubierta:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWo2G1BLz8YDw72dzHwHlvBRJ_8p033FP9x7Agj_kIm5wcVtJGSDHwrpPm-66BjwKVDws-2QQJwPEvGuJ4qQufyklKUwh6PSVUD4R4xPOA3OOHPQ9dX8zdOmNXH2k7fUp68eDrMQ/s1600/14600926_1128631000548954_3337865593600801207_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWo2G1BLz8YDw72dzHwHlvBRJ_8p033FP9x7Agj_kIm5wcVtJGSDHwrpPm-66BjwKVDws-2QQJwPEvGuJ4qQufyklKUwh6PSVUD4R4xPOA3OOHPQ9dX8zdOmNXH2k7fUp68eDrMQ/s320/14600926_1128631000548954_3337865593600801207_n.jpg" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
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Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-26940201.post-84932973675956134932016-10-23T20:02:00.000+02:002016-10-24T00:29:41.932+02:00Noveno Encuentro de Verdes Escritores y Escritoras<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Soy un tipo con suerte. Uno de mis poemas ha sido seleccionado para formar parte de la Antología que se publicará con motivo del Noveno Encuentro de Verdes Escritores y Escritoras de Moguer. El libro se presenta el martes 25 de octubre a las 20:00 en la Biblioteca Provincial de Huelva. Podéis encontrar más información sobre el evento pinchando <a href="https://www.facebook.com/events/306995716351621/?ti=cl">AQUÍ</a>.</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicNOJOdlBgY6XgykPQusVbODrvr05OwRI_9EO6HGKWrn3hRV9qGVgWCtVxFWsKz7W0Zs5I5UInwpknKsZ-pzuJtURMA5o7WKOwhfvldiugVjjaIIuIeEQfQF3A8UQJXqazvfOXxQ/s1600/Antolog%25C3%25ADa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicNOJOdlBgY6XgykPQusVbODrvr05OwRI_9EO6HGKWrn3hRV9qGVgWCtVxFWsKz7W0Zs5I5UInwpknKsZ-pzuJtURMA5o7WKOwhfvldiugVjjaIIuIeEQfQF3A8UQJXqazvfOXxQ/s320/Antolog%25C3%25ADa.jpg" width="219" /></a></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La presentación es sólo el punto de partida de toda una semana de actividades y propuestas culturales. El sábado, a partir de las 19:00, estaré en la Casa Museo Zenobia - Juan Ramón Jiménez participando del Encuentro. Se puede descargar el programa completo <a href="https://drive.google.com/file/d/0BznVw-J2bEEhaFRaQktheXY5cnc/view">AQUÍ</a>.</span></div>
Enrique Zumalabe Rambladohttp://www.blogger.com/profile/15762458695484428179noreply@blogger.com0